martes, 7 de abril de 2020

VUELVO AL LÍO

Bueno, pues por unos años de parada, parada por varios motivos, vuelvo a activarme, en este blog de gastronomía, en el que le quiero dar una vuelta. No solamente para recetas, sino, también, para hacer artículos de opinión, críticas; siempre constructivas; sobre todo lo que tenga que ver con el mundo de la gastronomía. 
Es verdad que yo soy más de cocina tradicional, de cocina de la de nuestras madres y abuelas, aunque respeto, e incluso; a veces; suelo ser usuario de ese tipo de cocina, mal llamada de autor, puesto que autores son todos los que hacen platos, sea de la de siempre como si es de la cocina moderna, que, en mi humilde opinión, es como se debería llamar. 
Pues en esta reentré, quiero acordarme de un colectivo, del cuál nadie se está acordando. De un grupo de mujeres y de hombres, que hacen una labor impresionante y que se está olvidnado de ellos todo el mundo. Es verdad que hay que reconocer a los trabajadores de la Sanindad, de seguridad, ya sea pública o privada y de todos esos colectivos que están dando el callo. Pero nadie se acuerda de todas esas personas que trabajan en las cocinas de residencias de ancianos, de residencias de personas con discapacidad o de los sitios donde hay gente y comen todos los días. Esas cocineras, esos cocineros que dan de comer a nuestros ancianos, a nuestras familias que estan en residencias de todo tipo, y esos que hacen la comida para llevar a domicilios de personas con movilidad reducida De esos nadie se acuerda, y aquí, en Castellano Gastronómico, creo que tengo que darles esa visivilidad que no se les está dando.

lunes, 15 de febrero de 2016

ENTRESIJOS Y GALLINEJAS.

Hoy pongo una receta de la ciudad más poblada de Castilla, Madrid, son los Entresijos y Gallinejas, un plato popularizado en 1950 aprovechando las tripas y toda la casquería que había en un matadero que había en el barrio de Legazpi, aunque hay datos de que ya se hacían de antes. Su popularidad fue porque era un plato barato y asequible en esa época de la postguerra.
Es muy sencillo y fácil de hacer.





INGREDIENTES:

500 grs. de Gallinejas
500 grs. de Entresijos
Sal
Aceite 

ELABORACIÓN

Se cortan las gallinejas y los entresijos en tamaño medio, y se sala al gusto.
Se pone aceite a calentar en una olla con tapa.
Cuando el aceite está muy caliente se echar los entresijos y las gallinejas hasta que se doren y hagan una costrilla crujiente. Se sacan y se sirven con una capa de sal. También se les puede acompañar con patatas fritas.
Hay otra elaboración que en vez de con aceite solamente se echa un poquitito en la base de la olla y se hace que se hagan en su propia grasa, pero no salen tan crujientes.

El Cocinerín castellano.

jueves, 7 de enero de 2016




PATATAS A LA IMPORTANCIA


Pues hoy voy a poner un plato muy, pero que muy castellano y de la gente humilde, un plato que mi abuela nos lo preparaba y era ponerse a patatas hasta reventar, y luego mi madre. Por eso hay que ponerlo, es sencillo, barato y delicioso. Esperemos que no lo joroben en los restaurantes que les da por coger la cocina tradicional y la "modernizan" y lo que hacen estropearla porque les quitan la esencia, y la esencia de la comida tradicional lo es todo. Puedes tener una base de cocina tradicional, pero cambia de nombre, no me pongas el nombre tradicional con luego unos adjetivos insulsos y rebuscados detrás. Bueno, pues después de mi crítica, que parezco el Critiquerín Castellano en vez de mí mismo y se puede enfadar por intrusión. 

INGREDIENTES

  • Medio kilo de patatas, castellanas a ser posible.
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 2 huevos
  • 1 vaso de vino blanco
  • Unas hebras de azafrán, castellano, que en provincias de Castilla como Ávila, Ciudad Real y otras lo hay muy bueno. 
  • Sal y pimienta negra molida
  • Harina de trigo para rebozar
  • Perejil fresco, si es seco vale, pero no es lo mismo.
Esto es aproximado, como dicen las abuelas, grandes chef no reconocidas, se echa lo que se vea, lo que vaya pidiendo leñes.


PREPARACIÓN DE LAS PATATAS A LA IMPORTANCIA

  1. Empezaremos pelando las patatas y cortándolas en rodajas del grosor de un dedo o un centímetro, aproximadamente. Una vez cortadas, las salamos.
  2. A continuación las vamos a rebozar en harina y luego las pasamos por el huevo.
  3. En una sartén grande, pondremos bastante aceite y freiremos las patatas hasta que queden doradas. Las sacamos y las reservamos en una fuente amplia para que no queden muy amontonadas. Hay que evitar que se estropee el rebozado al amontonarlas.
  4. Colaremos el aceite usado para freír las patatas y lo vamos a volver a usar para el sofrito. Reservamos.
  5. Picamos la cebolla y, usando el aceite colado para hacer una base en la sartén, la vamos a incorporar a la sartén.
  6. Picamos el ajo y el perejil.
  7. Cuando la cebolla esté transparente, incorporamos el ajo y el perejil picados y dejamos sofreír hasta que se doren
  8. Añadimos al sofrito un vaso de vino blanco, que debe estar a temperatura ambiente, un vaso de caldo y el azafrán. Dejamos que hierva unos 2 minutos para que se evapore el alcohol.
  9. Con cuidado de no romper el rebozado, metemos las patatas en la sartén y las dejamos cocer a fuego bajo durante unos 30 minutos. Es importante que la cocción sea lenta, para evitar que el rebozado se rompa. Servir inmediatamente para que la patata no se apodere de todo el caldo.


El azafrán, por supuesto, se puede cambiar por colorante alimentario, el de la paella. Luego se pueden echar unas almejas al final de la cocción para acompañar, Gambas no soy muy partidario porque les da demasiado sabor a la gamba, al igual que poner jamón tampoco es de mi gusto, el espolvorear con huevo cocido (duro) picado, también le da un toque muy bueno. 
Pues hala, a disfrutar de la cocina de Castilla. Hasta la próxima.

El Cocinerín 

lunes, 9 de noviembre de 2015

NO ME LO TRINCHE, POR FAVOR.

Desde este espacio que me dejan en este blog, el pobre hombre es muy bueno y no se da cuenta de lo que ha hecho, voy a hablar sobre una cosa que está pasando últimamente en algunos restaurantes de Ávila, que ya me había pasado en otros de otros lugares, pero no lo dí importancia puesto que no es un plato típico y estrella del sitio y podían hacerlo. Yo, pues sí, he recorrido muchas zonas de España, pero he tenido la suerte y, me siento orgulloso de ello, de haber nacido en Ávila, y lo que me estoy encontrando no me gusta. No me vale la justificación de que si es por el turismo o si es por lo que quieras, no me valen, al igual que no me valen esas bobadas que a veces dicen los hosteleros, perdón, algunos hosteleros de que hay que ir con los tiempos, señores, los platos tradicionales son los platos tradicionales, y si los cambiamos también se debería cambiar el nombre.
Bueno a lo que iba, me está fastidiando esa moda de servir los Chuletones de Ávila trinchados, cortados en tiritas, para "que sean más cómodos", pero si lo que me gusta de comer un chuletón es que me lo presenten enorme en la bandeja, con patatas, piperrada o ensalada, eso me da igual, pero todo en una pieza para ir cortando poco a poco y saborear el trozo de carne de ternera mientras corto el siguiente. Ver cómo va reduciendo poco a poco mientras corto ese pedazo de carne.
Ya me disgustaba ver eso de Chuletón para compartir, que bueno, yo no lo compartiría, sí, en esto de la comida soy un poco egoista, pero bueno, puede haber gente que uno le supere y lo comparta, pide un entrecot o un filete, es la misma carne y más chico, pero bueno. También me fastidió eso del chuletón pequeño de 500 grms y el grande, que este grande también lo empequeñecieron, no el precio, pero le pusieron de 800 grms, alguno 700, cuando antes tenía que pesar alrededor del 1 kilo. Pero señores, eso de servirlo trinchado...... No por favor, ¿qué va a ser lo siguiente? ¿Traerlo en trocitos muy pequeños como cuando le partía los filetes a mis hijos cuando tenían tres años? Y desde aquí quiero preguntar porque las respuestas que me han dado donde lo he preguntado no han sabido contestarme, ¿por qué lo trinchan? ¿Es más económico, fácil de hacer o qué? No sé, pero el Chuletón de Ávila de verdad tiene que ser alrededor de un kilo de carne, en una sola pieza hecha a la brasa. El resto es carne que se hace parecida al Chuletón, por favor, no perdamos las tradiciones y las costumbres, reinventemos lo que sea, pero no pongamos el nombre del plato tradicional a algo que no lo es. Hala, hasta la siguiente, que tengo varias..... 

Critiquerín castellano.

jueves, 22 de octubre de 2015

PATATAS A LA RIOJANA

Buenas, después de tanto tiempo volvemos a bloguear en este rincón de gastronomía.
Empezaremos con una receta. Una receta que es de la castellanísima provincia de Logroño, que es el 90 por ciento de la no menos castellana comarca de La Rioja. 
Esta receta de las Patatas a la Riojana, son un plato de cuchara contundente, buenísimo para el invierno y muy fácil a la par de barato que hacer. 
Son pocos ingredientes, baratos y lo más importantes, que seguro que todos tenemos en casa o si no se tiene en cualquier tienda se encuentran. Son pocos los ingredientes, de ahí que sea sencillo el plato. Empezamos con los ingredientes.

Ingredientes

  • 1 kilo y medio de patatas
  • 1 chorizo por persona
  • 2 cebollas
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharaditas de carne de pimiento choricero
  • 1 hoja de laurel
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Agua

Pelamos la cebolla y cortamos en juliana, los dientes de ajo los pelamos y los fileteamos, ponemos ambas cosas en la perola con un poco de aceite de oliva virgen extra y dejamos que se cocinen a fuego suave. Cuando comiencen a dorarse añadimos el chorizo cortado en rodajas y sin piel, sofreímos e incorporamos las patatas, que hemos pelado, lavado y cortado en trozos chascándolas, esto es lo más importante, ya que de esta forma las patatas soltarán el almidón y nos quedará un caldito fantástico. Ponemos también un poco de sal, una hoja de laurel y la carne de pimiento choricero. Mezclamos y cocinamos las patatas un par de minutos.
Cubrimos de agua y dejamos que se cocinen unos 20 minutos, hasta que las patatas estén tiernas. Ya sólo nos queda servir, pero os voy a dar un truquillo, para que el caldo quede bien trabado, sacáis unos trozos de patata, los chafáis con el tenedor y los volvéis a poner en la olla, ya me diréis.

El Cocinerín de Castilla.





jueves, 1 de enero de 2015

Sopa de Tomate (Receta de Cuevas del Valle - Ávila)

Hoy ponemos en nuestra nueva etapa una sopa típica del Valle del Tiétar en la provincia de Ávila, esta receta me la dijeron mujeres del pueblo Cuevas del Valle, una receta muy rica y que explota las hermosas y fértiles huertas de este paraiso castellano al sur de la provincia de Ávila.

Es una receta que es perfecto para la gente vegetariana.








  • 1 kg de tomates maduros
  • 1 l de agua
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo
  • 1 zanahoria
  • Una cucharada de azúcar
  • Una hoja de laurel, menta o perejil para decorar
  • SAL, pimienta y aceite de oliva
  • Pan (opcional)

  • Lo primero que vamos a hacer para elaborar esta deliciosa sopa de tomate es dejar listos los ingredientes. Para ello, pela y pica en trozos pequeños la cebolla, el pimiento rojo, los dientes de ajo y la zanahoria. El pimiento no es necesario que sea muy grande, uno de tamaño mediano será suficiente.

    Cuando los tengas bien picados, coge una olla, añade un chorrito de aceite de oliva, incorpora todos estos ingredientes y póchalos. Deberás hacerlo a fuego lento PARA obtener el resultado esperado. Salpimenta al gusto. Mientras se pocha la verdura, retira los tallos de los tomates y realiza un corte en cruz en cada uno de ellos.

    AHORA, coge otra olla con la capacidad suficiente como para añadir todos los tomates, llénala de agua y ponla a hervir. Cuando el agua esté hirviendo, incorpora los tomates y déjalos DURANTE un minuto aproximadamente para que se escalden. Es fundamental que estos vegetales sean maduros para obtener un sabor más intenso.
    Mientras se escaldan los tomates, añade la cucharada de azúcar a las verduras y remuévelas. Deberás ir vigilando que no se quemen ni peguen, de manera que muévelas con una cuchara de madera de vez en cuando. El azúcar lo utilizamos para aminorar un poco la acidez de los tomates pero, si lo prefieres, puedes reducir la cantidad de este ingrediente. Ten en CUENTA que el proceso de pochar verduras no es rápido y te llevará tiempo.

    Cuando los tomates estén escaldados, retíralos, deja que se enfríen un poco y quítales la piel a cada uno de ellos, verás que prácticamente SALE sola. Luego, deberás picarlos como hiciste con las verduras, en trozos pequeños. Una vez que las verduras se hayan pochado, incorpora los tomates picados, remuévelo todo, déjalo un minuto más y cubre todos los vegetales de agua. El litro de agua es aproximado es posible que en total necesites un poco más.

    Una vez que hayas cubierto los vegetales con el agua, deberás dejarlos al fuego unos 20 MINUTOS aproximadamente, súbelo a fuego medio PARA que hierva. PASADO el tiempo, verás que la sopa de tomate ya ha adquirido el tono rojizo tan característico de este plato tradicional. Apaga el fuego, deja que se entibie un poco y bátelo todo para conseguir una textura cremosa y lisa.

    Se puede poner pan frito a modo de picatostes para acompañar la sopa de tomate, que se puede tomar como sopa fría o como sopa caliente dependiendo de la época del año.



    El Castellano Glotón

    miércoles, 26 de noviembre de 2014

    Actividades

    Como dijimos en este mes empezaríamos a tener actividades, a parte de dar recetas tradicionales de la cocina castellana, hemos decidido el describir la cocina tradicional castellana que se da de manera profesional, vamos a ir a restaurantes y hablar con sus cocineros y ver cómo lo hacen, cómo sabe las viandas y si tiene tirón la cocina tradicional castellana o los clientes se alejan de ella, es verdad que yo no soy muy fan de la cocina de autor como la llaman, porque parece que la tradicional no hay autor en la cocina, se hace sola, a mí me gusta más llamarla cocina moderna o cocina acutal, pero bueno.
    Empezaremos por algunos restaurantes de la zona abulense del Valle del Tiétar, hablaremos con sus cocineros y dueños y veremos las recetas estrella que tienen de cocina tradicional castellana, sobre todo la que sea propia de cada comarca de esta Castilla tan amplia y tan diversa pero a la vez tan compacta y tan rica, tanto en cultura, como en gastronomía, como en gentes, la pena que no es en dinero porque los políticos se la están cargando poco a poco, pero bueno.